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lunes, 27 de febrero de 2017

Los 3 mosqueteros




¡Hola amigos!



El invierno avanza y por consiguiente, la Primavera cada vez está más cerca de inundar a la Naturaleza, de hecho, poco a poco ya lo está haciendo.

En el corazón del bosque, la vida fluye. Entre enebros y estepas, destacan tres pequeños duendecillos de colorines que con sus melodiosos reclamos juguetean persiguiéndose a toda velocidad, animados por el instinto que les impulsa a estrechar lazos con sus parejas.

En este frenético jolgorio, herrerillos, carboneros y petirrojos animan el ambiente con sus cortejos:


Herrerillo común


Petirrojo



Carbonero común



Herrerillo común


Todo este alboroto es observado por un milano real que, desde su atalaya, descansa y otea, pero se despista muy fácilmente con las carreras de los pequeños pajarillos y la concentración se disipa como la niebla al mediodía:


Milano real


Entre tanto, con el Sol en su punto más alto, llega la pareja aguafiestas que espanta del lugar a los páridos y preparan su propio "show"; los rabilargos se pasarán la mañana molestando al busardo para que descuide su almuerzo y puedan robarle el bocado que tiene ahora entre sus garras, un clásico:


Busardo ratonero


Rabilargo


Mirando ya fuera del matorral, otras especies de pajarillos como verderones, jilgueros y pardillos llaman la atención con sus coloridos "disfraces" y sus acústicas "chirigotas", bien acompasados y formando un buen bando:


Verderón común



Jilgueros y pardillos


Y para acabar, el primer apunte fenológico de la temporada (dejando aparte grullas, gansos y cigüeñas), lo protagoniza este avión roquero que llegó al pueblo el pasado miércoles día 22.


Avión roquero


Bueno pues esto es todo por ahora. Como siempre, espero que os haya gustado la entrada.

¡Un saludo a todos y hasta la próxima!



martes, 21 de febrero de 2017

A las puertas




¡Hola amigos!


A falta de un mes para la llegada de la ansiada Primavera, ya se van notando los primeros cambios en la Naturaleza, los almendros más tempranos van floreciendo muy poco a poco, y la fauna se prepara también para lo que se avecina.

La semana pasada estuve buscando anfibios por una zona del pueblo donde no había mirado nunca, y tuve suerte ya que en un pilón algo apartado, encontré 3 tritones jaspeados en pleno celo con el cuerpo aplanado para desenvolverse mejor en el medio acuático, donde esperan la llegada de las hembras:


Tritón jaspeado (macho)



Tritón jaspeado (macho)



Tritón jaspeado (macho)



Tritón jaspeado (macho)


Por el soto, el movimiento se encuentra en los troncos de los chopos. Un pequeño agateador, recorre la corteza de abajo a arriba rebuscando el alimento en cada irregularidad del tronco:


Agateador europeo


Unas filas más lejos, el gran pájaro carpintero ejecuta el mismo procedimiento para encontrar algo que llevarse al pico. Este pito real hace resonar su inconfundible reclamo a lo largo de todo el soto:


Pito real


Pito real


Adentrándonos un poco en el monte, los trigueros van posicionándose ya en sus atalayas musicales aguardando la estación próspera pero sin dar todavía demasiado el "cante":


Triguero


Y como siempre, los corzos merodean por la zona formando pequeños rebaños. Raramente se les ve sólos, como por ejemplo este macho que luce la borra sobre su cornamenta aterciopelada.


Corzo (macho)


En el monte se disfruta de ellos, pero se vuelven muy peligrosos cuando cruzan la carretera...




Y para acabar, anotar el paso de grullas hacia el Norte de Europa de estos días.

El viernes día 17 vi 2 bandos, el primero de unas 50 y el segundo de 82 hacia el NE. Y esta misma mañana un grupito de 6 volaba en la misma dirección:


Grullas



Bueno pues esto es todo por ahora. Espero que os haya gustado la entrada.


¡Un saludo a todos y hasta la próxima!




miércoles, 15 de febrero de 2017

Séptimo año



¡Hola amigos!



Un nuevo día de Febrero amanece bajo una fina niebla. La pasada noche ha sido muy desapacible, parecía que se había desatado un tifón ya que las rachas de viento y la lluvia han sido muy fuertes. Pero ya sale el Sol. La hierba se va secando y la madera de los almendros absorbe poco a poco la humedad.

El río baja fuerte y vigoroso, tan frío como cristalino. En una de las orillas, donde la arena es muy fina, han quedado impregnadas las huellas de un mustélido, seguramente sean las del visón americano. Justo encima, el picapinos golpetea con su acerado pico la corteza de un aliso en busca de su almuerzo, haciendo resonar su martilleo por toda la zona.





Casi es mediodía y las nubes borrascosas se han esfumado. En unas pocas horas el cambio ha sido radical.

A lo lejos, se escucha algo. Poco a poco, los reclamos van haciéndose más audibles y claros. Un bando de gansos, migra hacia tierras norteñas sobrevolando nuestra posición. La estación fría está ya muy avanzada y la llamada septentrional guía a este grupo un año más para criar de nuevo.





Intentando seguir la estela de los ánsares, la cigüeña de la iglesia nos corta la visión en su vuelo matinal hacia las tierras de labor. Volando justo por encima del río, sale del pueblo para buscar alimento. 

Estas ya se han instalado en su nido, pero este año se han encontrado con mucha menos agua que otras veces, por lo que encontrar comida les es más difícil.






Cuando el Sol actúa sin la compañía del viento, el canto de los pajarillos se escucha por casi cualquier zona.

Herrerillos y carboneros se mueven de árbol en árbol dando un toque de color a las despobladas ramas. Los mirlos remueven el humus con su llamativo pico, buscando el tesoro que esconde bajo sus húmedas hojas, las lombrices. El inquieto petirrojo, busca con afán la primera comida de la jornada bajo unos pinos, y como buen observador que es, se distare con el pequeño bailarín que tiene unos metros más arriba, el mito.






Saliendo a una zona un poco más despejada, descubrimos a unos buitres cicleando inmersos en una térmica que los mece, impulsándolos cielo arriba. Uno de ellos, ha visto algo y sale del torbellino cálido con la mirada fija en el objetivo. Plegando las alas, da la alarma al resto de que ha visto algo interesante y los demás le siguen como flechas.






En una loma a unos pocos metros de nuestra posición, un corzo macho pasta tranquilamente cerca del monte, siempre alerta a cualquier ruido extraño que llegue a sus oidos. Cuatro hembras, se alimentan un poco más lejos, pero siguendo la dirección del macho.
Ha de coger fuerzas pues la época más importante del año está a la vuelta de la esquina, y no quiere perder el trono y las hembras que tanto le costó conseguir la pasada Primavera.






En un solitario chopo se encuentra un milano real, que ha pasado la noche en el dormidero pero ha sido el primero en abandonarlo, pues lleva unos cuantos días sin probar alimento y no quiere perder ni un minuto del día para poner fin a semejante ayuno.

Ahora mismo, se lanza de su rama y decide seguir la estela de los leonados, pues la carroña que puedan haber divisado es uno de sus platos favoritos, además no tiene ni que cazar ni que buscarlo él, a mesa puesta.






Pocas horas de luz quedan ya, pero no por ello hay que bajar la guardia.

Los pequeños pajarillos que canturreaban tan alegremente esta mañana, silencian sus melodías y se esconden entre las zarzas en un abrir y cerrar de ojos. Una silueta afilada vuela entre los nogales a baja altura, es el gavilán. Tras haber cruzado por las huertas sin éxito, coge altura para cambiar de estrategia y mejorar el punto de vista. De momento los pajarillos van a tener que esperar, así que probará a acercarse a un palomar por si encuentra alguna paloma tarada o algún pichón desvalido.






Cae la noche y el día toca a su fin. Ya no llueve pero la humedad sigue en el ambiente.

Cerca del arroyo, las hojas del suelo se mueven solas. Poco a poco, aparece el pequeño tritón jaspeado, animado por el húmedo anochecer, sale a cazar su cena entre otros congéneres y algún que otro sapo de espuelas. En este punto, comparte hábitat con el gallipato, con quien teme encontrarse ya que no quiere provocar que con sus prominentes costillas le aseste un ataque que le dure para siempre...






En la rama seca de un roble, no muy lejos del tritón, la lechuza divisa su territorio recién salida de su guarida, una casa abandonada a las afueras del pueblo. Su único objetivo es cazar roedores, adornando con su inmaculada silueta el cielo nocturno de Quintanilla.

***

Bueno pues con esta pequeña historia quería celebrar que hoy cumple 7 años este blog.

Espero poder seguir muchos más compartiendo, ayudando, aprendiendo, mejorando, enseñando, divulgando, descubriendo, colaborando, cuidando y sobre todo disfrutando de la Naturaleza de Quintanilla en particular, y de la Natura en general. Y como siempre gracias a quienes seguís mis publicaciones, ya que sois gran parte de mi motivación para continuar cuando las cosas no salen (como ahora por ejemplo).






Muchas gracias.

¡Un saludo a todos y hasta la próxima!



martes, 7 de febrero de 2017

Y volvieron las lluvias




¡Hola amigos!


Llegó Febrero y llegaron las tan ansiadas lluvias.

El suelo respira, absorbe poco a poco toda la humedad y coge fuerzas. El río baja naranja, poderoso. Aún sigue haciendo frío, y muchas noches el agua se congela. Pero, a pesar de todo, la Naturaleza sigue su curso y se puede ver ya a las aves emparejadas; las cigüeñas en la espadaña de la iglesia (la última llegó justo el día de S.Blas), estos buitres leonados en Ura o una pareja de gavilanes que esta misma tarde realizaban vuelos nupciales a las afueras del pueblo.



Buitres leonados - 29/12/2016 - Ura


Siguiendo cronológicamente con lo visto, el día 28 de Enero me encontré con este buitre negro en una granja de Torrecilla del Monte junto con algunos leonados. 

Poco a poco se van viendo más ejemplares en los meses de invierno, claro síntoma de la recuperación de la especie en la provincia, gracias a trabajos como los de GREFA en Huerta de Arriba (ver), que ha conseguido asentar a una primera pareja en la zona.


Buitre leonado y buitre negro


Con las primeras lluvias han ido apareciendo animalillos como estas babosas con las que me topé día 30 de Enero en una calle del pueblo:


Babosas amarillas


Babosa amarilla


El pasado sábado día 4, se encontró mi padre a este pequeño búho chico (macho supongo) que había sido atropellado en la carretera que va a Lerma. Estaba empapado y tenía el ala derecha destrozada, tanto, que hasta un cuervo estaba incordiando al malogrado búho.

Tras recogerlo, lo metimos en una caja y avisé a un agente del SEPRONA, que se lo llevó minutos después.


Búho chico


Búho chico


Y como seguía lloviendo, el domingo por la noche salí aechar un vistazo a la zona del molino y algo de movimiento sí había. Un sapillo moteado común bastante grande estaba en medio de la carretera, y 2 tritones jaspeados no andaban lejos de allí:


Sapillo moteado común


Tritones jaspeados


Para acabar, decir que hoy he visto 2 bandos de ánsares comunes en dirección N, el primero de unos 40 ejemplares y el segundo de unos 70.



Bueno pues esto es todo por ahora, espero que os haya gustado la entrada.

¡Un saludo a todos y hasta la próxima!