http://quintanillanatura.blogspot.com.es/p/citas-2017.html

viernes, 24 de febrero de 2023

Primeros estivales entre la nieve


¡Hola amigos!


El día de hoy lo he decidido pasar dando una vuelta alrededor del pueblo, para tratar de pillar a los ejemplares más tempraneros de nuestras especies migratorias. 

Pero antes, un par de fotos de un garn bando de grullas que sobrevoló el pueblo el pasado día 14 en dirección NE, en total, nada menos que 351 ejemplares.


Grullas


Grullas

Con lo que respecta a la salida de hoy, comienzo caminando por una zona de huertas, y ya puedo escuchar los cantos de los carboneros y herrerillos comunes.


Herrerillo común

Algún milano real sobrevuela esta zona. Desde aquí, ya puedo ver la línea de chopos que flanquea el río, y un cormorán grande la sobrevuela río abajo. En un camino, 5 perdices juntas picotean el suelo a lo lejos.

Una vez ya sobre el puente, me detengo un rato para intentar observar al martín pescador, que suele pasar cada poco rato de un lado para otro. Una pareja de ánades azulones se mueve lentamente cerca de la orilla, a la sombra de los alisos. Un ruiseñor bastardo reclama su territorio, y la garza real permanece inmóvil río arriba, a la orilla. El martín pescador acaba apareciendo y prosigo la marcha.

En la seca laguna del molino, un andarríos grande, aunque si sigue así, acabará por manar el agua de nuevo.

El terreno se va abriendo un poco, y puedo observar casi un centenar de buitres leonados cicleando sobre una granja. También, otras 100 palomas torcaces permanecen posadas en una chopera joven junto al río. Un poco más adelante, 9 avefrías sobrevuelan la zona rumbo norte.


Avefrías

Desde este lado del río, puedo ver la espadaña de la iglesia de Quintanilla, donde la única pareja de cigüeñas que nos queda, crotorea de vez en cuando y resuena por todo el pueblo. 

Llegaron el 11 y el 13 de este pasado mes.


Cigüeñas blancas

Los carboneros comunes siguen canturreando por aquí, y también aparecen 3 aviones roqueros sobre el río. Un poco más adelante, observo a un águila real que ciclea ganando altura en dirección sur.


Águila real


Águila real

Al dirigirse a la parte sur, me parece verla que desciende entre los enebros, y decido dar la vuelta rodeando esa zona de monte, por si se hubiera posado por allí.

Por el camino, doy con la primera abubilla del año, consiguiendo el propósito de esta salida local. No para de rebuscar alimento entre la hierba, salpicada aún con algún tramo de nieve.


Abubilla

No muy lejos de la abubilla, el reclamo de la curruca rabilarga me lleva a una zona de zarzas, desde donde reclamaba su territorio.


Curruca rabilarga

Caminando, llego al punto más alto de la ruta, una zona de viñedos, donde el viento frío campa sin oposición. En un vistazo con los prismáticos al cielo, me parece volver a ver a la real, pero al ir acercándose, me doy cuenta de que es un águila, sí, pero un águila imperial.


Águila imperial ibérica

La jornada se está llenando de especies, pues finalmente logro anotar hasta 49 distintas (ver)

En una zona más abrigada, bandos de pinzones vulgares, pardillos comunes y jilgueros, se concentran alimentándose de semillas en las tierras recién sembradas. Y entre ellos, un solitario pinzón real,cada vez más difícil de ver.

Esta vez, el abundante en número de la salida no ha sido el mirlo común, sino el petirrojo, que comparte terreno con las tarabillas comunes.


Petirrojo


Tarabilla común

Ya de regreso y al pasar por el puente, vuelvo a detenerme unos minutos por si veía alguna especie de ave distinta, cuando lo que apareció inesperadamente fue la nutria.

Nadando río arriba, de cara a la corriente y entre las junqueras aplastadas por las recientes crecidas, rebuscaba alimento sin prestarme demasiada atención. 


Nutria


Nutria

Una buena forma de terminar con el paseo y de saber que nuestro río Arlanza sigue cobijando a estos tesoros naturales, indicadores del buen estado de sus aguas.

Esto fue todo por hoy.


¡Un saludo a todos y hasta la próxima!


jueves, 16 de febrero de 2023

Rincones salvajes del Arlanza


¡Hola amigos!


Nuevo capítulo tras las citas históricas de treparriscos en la comarca.

Esta vez, la mañana discurre por un enclave al que tampoco había venido nunca, y al cual vengo un poco "a ciegas", como a casi todos en este propósito. Pero no se trata de una peña, ni de una montaña, sino de un rincón apartado de todo, que me cautiva por lo agreste y solitario que parece.

Se trata del arroyo de la Estacada, que parte en dos al monte Gayubar, mediante un corto pero sinuoso mini-cañón, el cual sólo es transitable cuando el arroyo se seca.

A este sitio no viene nadie pues no tiene interés alguno, y es que el terreno se va cerrando en ese "embudo" que forma el mini-cañón. Como mucho, el vaquero de Contreras, que tiene por allí sueltas las vacas. 

En uno de los lados de este rincón, discurre un farallón al que le entran unos pocos rayos de sol, y en el que puedo ver al menos 5 nidos de buitre leonado ocupados. 


Buitres leonados


Buitre leonado


Buitre leonado


Buitre leonado

Aquí, el reclamo de la chova piquirroja también resuena, y una pareja parece que tiene aquí su hábitat de cría, al igual que un buen grupito de gorriones chillones.


Chovas piquirrojas

Mirlos comunes y zorzales comunes parecen tener aquí una buena zona de campeo, pues veo unos cuantos ejemplares de ambas especies. Sin embargo, sólo veo un par de petirrojos.


Petirrojo

El reclamo de la perdiz también resuena y hace eco contra las paredes, como el de los pájaros carpinteros. 

Y justamente aquí, veo una pareja de aviones roqueros, los primeros de la temporada para mí.


Avión roquero

Ya cuando me recogía para volver a Contreras, una pareja de halcones peregrinos me pasan volando cerca y se alejan sobrevolando el río Arlanza, justo al otro lado del mini-cañón.


Halcón peregrino


Durante toda la mañana, he podido contabilizar unos 30 corzos, abundantísimos por aquí. Las alondras totovías y los trigueros, también afinan sus cantos para la próxima Primavera.

Tras casi 5 horas y 12 km, vuelvo ya hacia el pueblo. 

Esto es todo por ahora.


¡Un saludo a todos y hasta la próxima!


miércoles, 8 de febrero de 2023

Subiendo a la Peña San Carlos

 

¡Hola amigos!


La salida de hoy discurre por las imponentes montañas que se alzan sobre el famoso cementerio de "Sad Hill", más concretamente por la Peña San Carlos (1454 msnm).

La ascensión comienza desde el lado norte, desde el pequeño pueblo de Ahedo. Como curiosidad, decir que esta aldea, situada bajo la gigantesca Peña Carazo, vive en una umbría casi permanente en los meses más fríos del año, por lo que las chimeneas de las pocas casas que hay, están tirando humo sin parar.

Lo que no me esperaba encontrar es que todo estuviera cubierto de nieve, pero a esta altitud y a la sombra, lo que había sido lluvia por Quintanilla días atrás, aquí había sido nieve, así que la subida se vuelve más épica si cabe. 

Mientras recorro la cara norte de Peña Carazo en dirección a San Carlos, son varias las parejas de buitres leonados que se encuentran posadas en las frías repisas del farallón, y una pareja de chovas piquirojas, me sobrevuela con su mítico cantar. A medio camino, dos parejas de perdices salen al paso ladera abajo.

Después de un buen rato de subida, al fin llego al collado entre las dos peñas, y los primeros rayos de sol inciden sobre mi entumecido cuerpo. 

La idea primitiva era rodear por completo la peña, pero dado que la cara norte es muy rota, tiene poco farallón y veo tramos de hielo entre la nieve, decido prospectar solamente la cara sur, al abrigaño y con buen sendero.

El objetivo, por si no lo había dicho antes, seguía siendo localizar al treparriscos. Aunque las observaciones no citan directamente a la Peña San Carlos, sí nombran "Mirandilla", que es como aparece en algunos mapas esta peña.

Antes de llegar a la base, un águila real aparece sobre su cima dando un par de pasadas y volviéndose a perder tras ella.


Águila real


Águila real

Por esta cara sur, los buitres aprovechan las térmicas que se generan para lanzarse desde sus balcones calizos y se mueven entre ambas peñas, muchas veces bajo mi posición.


Buitre leonado


Buitre leonado

Después de unas horas de caminata por la montaña nevada, y sin rastro del treparriscos, pongo rumbo de vuelta al punto de partida, calculando unos 12 km de ruta en total.

Casi llegando ya de nuevo a Ahedo, y con la pequeña decepción de no haber visto al trepa, un pájaro carpintero llama mi atención, pues es un reclamo algo distinto al del picapinos. Se trata ni más ni menos de un pico menor, primer encuentro cercano con esta especie que, además, me brinda unas fotos muy cercanas.


Pico menor


Pico menor


Pico menor

Una buena observación para cerrar la jornada que sirve como premio de consolación, pues es una especie interesante y son las primeras fotos que consigo hacerla.

Os dejo por aquí la lista completa de especies de la mañana.

Espero que os haya gustado la entrada.


¡Un saludo a todos y hasta la próxima!







viernes, 3 de febrero de 2023

De Ura a Castro

 

    ¡Hola amigos!


Esta mañana me he acercado al desfiladero del Mataviejas, entre Ura y Castroceniza, para recorrer y comprobar si en esta localización encontraba al treparriscos, pues se le ha visto aquí varias veces, pero yo nunca.

Muchas veces me he imaginado cómo era este pequeño cañón cuando no era tan conocido, y sólo los paisanos lo recorrían en sus quehaceres diarios. Sin bicis, sin senderistas, sin perros sueltos, sin gritos, sin bañistas... Por eso me gusta venir en invierno, entre semana, cuando no hay nadie, pues es lo máximo que me puedo acercar a aquel momento más salvaje.

La mañana es fría, y aquí abajo, entre la humedad del arroyo y la umbría, las manos pierden sensibilidad rápidamente, por muchos guantes que lleve.

Las parejas de buitres leonados se encuentran aún aletargadas, inmóviles, en silencio, y puedo contar al menos 13 nidos ocupados en todo el trayecto, con alguna cópula.


Buitres leonados


Buitre leonado


Buitre leonado

Los pájaros carpinteros se mueven por los chopos y los nogales del fondo del desfiladero, y un pito real incluso rebusca alimento anclado a la pared, como si del susodicho treparriscos se tratara.


Pito real

Tanto al entrar al cañón como al salir por el otro extremo, veo 2 roqueros solitarios, incluso realizando algún reclamo nupcial o territorial, algo que nunca había presenciado. Siempre habían sido observaciones de un sólo ejemplar y a mucha distancia o altura.


Roquero solitario


Roquero solitario

Ya de vuelta a Ura, el cielo de piedra se abre de nuevo, y un águila real pasa de un lado a otro, cerrando la jornada de la mejor manera.


Águila real

A destacar, la variedad de pajarillos durante todo el recorrido como herrerillos capuchinos, herrerillos comunes, carboneros comunes, mitos, reyezuelos listados, agateadores... Y bastantes mirlos comunes también.

Os dejo por aquí la lista completa de especies de hoy.

Ni rastro del trepa, pero sabíamos que era complicado. Espero que os haya gustado la entrada.


¡Un saludo a todos y hasta la próxima!