"Jamás
imaginé que cerca de Lerma, lugar por el que tantas veces pasé de camino a
Cantabria, se escondería Quintanilla del Agua, un pequeño pueblo
castellano donde conocí a tan buena gente con tantas cosas en común conmigo. Lo
fascinante de este lugar además de su naturaleza y su gastronomía es el arte de
los pueblos de su alrededor y del suyo propio del cual destaco el Territorio Artlanza
y la artesanía del maestro Félix Yáñez.
Allí
conocí a excelentes blogueros amantes de la naturaleza, la fotografía y las
aves que me acogieron haciéndome sentir como en mi propia casa.
Quintanilla es uno de los mejores lugares donde observar buitres y
muchas otras especies de aves: milanos reales y negros, abubillas, oropéndolas,
picapinos, torcecuellos, anátidas… Y es del agua porque lo atraviesa el río
Arlanza, otro hábitat singular para recorrer. Un lugar totalmente recomendado
para disfrutar de la naturaleza y de la tranquilidad."
|
Foto con Ramón (centro) / Abril 2012 |
"Amanece un
nuevo día. Los rayos del sol poco a poco van llenando de vida cada rincón del
gran farallón rocoso. Por fin llegan a mi rostro, lentamente se derrite la
escarcha acumulada en mi cuerpo durante la fría noche. El calor me alivia. Mis
compañeros, cual si fuesen antiguas gárgolas, poco a poco comienzan a
desperezarse. La noche ha sido larga y con temperaturas bajo cero, y es que en
las cresterías, ya se sabe… es dura la vida en las alturas.
Poco a poco
según avanza la mañana voy notando ese aire caliente que sube desde el valle,
autopista aérea que me permite a mí y a mis compañeros, lanzarnos uno tras otro
al abismo. Abandonar la roca que nos cobija, la roca de Ura, el gran
desfiladero que es nuestra casa. Y la casa del halcón y del cernícalo.
Qué sensación
la de ver la grandeza de la tierra a tus pies, qué sensación la de poder sentir
el aire en tu cara y volar, volar libre. Rutina que día tras día nos lleva a
elevarnos altos, muy altos en el cielo. Comienza el viaje, hay que volar en
círculo mirando y mirando, escudriñando hasta el último rincón del suelo para
encontrar algo que llevarnos al pico.
Y así poco a
poco vamos sobrevolando el Valle, el valle del Arlanza, río hermoso y cantarín,
verdadera arteria fluvial de la comarca. Encajonado entre frondosos bosques de
galería, y en él, en la rama de un viejo chopo, diviso a una hermosa criatura.
El Águila Calzada grita. Dice a todos que es la reina de aquella porción de
bosque. Yo sigo, continúo mi viaje, y entre milimétricas choperas, como
duendecillos, veo moverse a los carpinteros. El picapinos y su primo el pito
real no dejan de deambular de tocón en tocón, como en una partida de tres en
raya. Que hermosa es la vida ahí abajo. Y qué privilegio poder contemplarla
desde el cielo.
A mis pies
Quintanilla del Agua, tierra de buenas gentes, residencia de aves viajeras que
hace poco retornaron de África para dar vida a espadañas y campanarios.
Cigüeñas burgalesas que castañetean sus picos, poniendo la banda sonora a todo
un pueblo.
Y yo sigo, no
puedo ni debo parar, formo parte de un escuadrón con una misión definida. Hay
que encontrar el sustento. Ya veo a lo lejos las granjas. Carne muerta que el
hombre desprecia y que a nosotros nos da la vida.
Sobrevolamos
ahora el espejo. Pequeña charca estacional cerca del molino en la que se me
hace extraño mirar hacia abajo y ver el cielo infinito. Espejo desgarrado por
la fugaz pasada de un fantasma. Un fantasma de carne y plumas, un fantasma de
ojos de fuego que se posa en un árbol seco y monta la guardia. El azor lo llama
el hombre, criatura que parece arrancada de lo más profundo del bosque.
Continuo
viaje, y bajo mis alas el Arlanza, siempre el Arlanza. Patria del destello
azul-turquesa que raudo y rasante lo recorre una y otra vez de lado a lado.
Pescador insaciable de nombre Martín y belleza extrema. Tantas y tantas almas.
Riqueza absoluta y natural la de esta hermosa porción de la naturaleza ibérica.
Por fin el
lugar, Renovillas. Y la carne, nuestra carne, la que nos regalan cada día a
cambio del destello de una cámara. Máquina que detiene el tiempo, que a modo de
recuerdos, roba un instante, unos segundos de nuestras vidas. Bendito artilugio
que cada día nos hace más leve el murmullo de nuestros estómagos.
Así transcurre
la vida por tierras burgalesas, por la comarca del Arlanza, por pueblos nobles
como Quintanilla del Agua, lugar en el que vivimos y del que participamos.
Orgullosos de pertenecer a él. Por cierto he olvidado presentarme, yo soy uno
más de entre esos cientos de buitres que
desde hace milenios decidimos ligar
nuestra existencia a estas tierras, tierras de Castilla.
Sin duda es la mejor manera que he encontrado de
describir esta tierra y su naturaleza. Nada mejor que hacerlo desde los ojos de
la más popular de sus criaturas. Los ojos de uno de los hermanos del viejo
pueblo de los buitres."
|
Ramón, Darío, Jero, yo, Jorge, Lolo y Ángel / Septiembre 2012 |
"Hace un tiempo tuve la suerte de poder compartir una jornada de campo por Quintanilla del Agua con Isra y su gente. Tengo que decir que fue un día maravilloso en el que hubo una fusión perfecta entre bautos, madrileños, arte y naturaleza. Contemplar la belleza que deja a su paso el rio Arlanza, el arte del escultor Felix Yáñez con su ART-lanza una recreación de un pueblo castellano de gran belleza en el que queda reflejada la constancia y devoción de su creador y la agradable caminata por el cañón del Ura hasta Castroceniza.
También tuve la suerte de ser invitada a una carroñada de la cual me traje estupendas imágenes de Buitres y otras rapaces... Todo un espectáculo de la naturaleza... Buena comida, que más se puede pedir. Que dar las gracias y que espero volver algún día..."
|
Foto con Ana en Castroceniza / Junio 2013 |
"Fuimos Ana Mínguez y yo, dando un paseo por el Cañón de Ura acompañados de Lolo, Ángel, Darío e Isra, llegamos hasta un pueblo semi-abandonado, Castroceniza, recorrimos sus callejuelas y llegamos hasta la ermita. Un paseo precioso, siempre viendo buitres alrededor nuestro.
Después nos fuimos a hacer fotos a una carroñada, la primera vez que en mi vida veía ese espectáculo tan cerca de mí, a escasos 20 metros, no olvidaré el ruido de los buitres leonados, más tarde estuvimos haciéndoles fotos en vuelo. Otra auténtica pasada cómo se oye el roce de las alas con el aire. Estuvimos también en un hide de Lolo esperando al milano pero no quiso bajar, se posó en unos árboles cercanos.
Más tarde nos acercamos a ver un pueblo muy singular realizado por Félix Yáñez, una auténtica maravilla que habría que darle más publicidad a nivel nacional, qué trabajo, qué detalles, qué ganas de mantener lo que fue esta comarca para generaciones venideras que no pierdan sus raíces, bueno merece la pena ir a verlo es “ sin palabras”, volveré a ir a enseñárselo a mi familia.
Gracias a Isra a Darío a Ángel y a Lolo por ser tan buenos anfitriones, ha sido un auténtico placer conoceros en persona y saber que hay más gente en otras comunidades con los mismos gustos que uno mismo, eso nos une mucho…"
"Mi visita a Quintanilla empezó bien nada más llegar y ver por la carretera un abejero, especie que en mi tierra sólo veo durante el paso migratorio, como un augurio.
Ir al hide de Lolo fue la leche al ver que ya estaban los buitres posados en los campos esperando, y sobre todo lo poquísimo que tardaron en bajar a comer. Al margen de lo fotográfico, presenciar una carroñada era algo que me hacía especial ilusión, y fue un espectáculo ver en primera persona ese jaleo de gritos, empujones y polvareda con jirones de carne que salían por los aires. Encima con los dos visitantes de lujo del verano, el alimoche y el buitre negro. A los buitres negros los he visto de cerca muchas veces, en vuelo, pero tener uno así de bien posadito y quieto para hacerle un buen retrato... impagable llevarme así una de las especies emblemáticas del monte mediterráneo de mi tierra allí en Quintanilla.
Como lector de vuestros blogs, me gustó mucho ver los escenarios en persona, como por ejemplo el territorio de la calzada y el muladar."
|
Carlos Rossi en "Las Renovillas" / Julio 2014 |
|
"El Linse" mostrando orgulloso su buitre negro |
Javier Valladares. (León):
"El pasado 6 de septiembre de 2014 estuve por segunda vez en Quintanilla del Agua. En la primera visita no me dio apenas tiempo a asimilar tanta información sobre ese pequeño pueblo castellano, por el que había pasado varias veces apenas sin fijarme en el camino de la cercana Covarrubias.
Me llamaron varias cosas la atención, desde luego que la fauna tan rica y variada que tienen, ya que fue el motivo principal de mi viaje, invitado por mi buen amigo Lolo Mata, embajador de lujo de esa localidad. Pero lo que mas me llamo la atención, fue la espectacular obra de Félix Yáñez y su familia, recreando un pueblo entero, realizado en gran parte con materiales de desecho y reciclados. Realmente digno de ver, y todo un shock para alguien como yo que no esperaba encontrarse aquello allí.
La visita a las Renovillas, verdadera disculpa de esta visita fue realmente interesante. Yo no había visto nunca en mi vida tal concentración de buitres, y lo que se podía ver sobre nuestras cabezas fácilmente superaba los 300 ejemplares. La situación privilegiada de las Renovillas, sobre un cerro que domina un panorama amplisimo, hace que sea fácilmente divisable por las carroñeras desde kilómetros a distancia. Pero es que además ya se conocen el sitio,
Para finalizar, como no, he de hacer referencia al rio Arlanza y sus riberas, que es un verdadero oasis de fauna y de vida.
Una villa sorprendente, la verdad, y que recomiendo conocer a los viajeros de interior."
|
Foto de Javi Valladares (de verde) / Septiembre 2014 |
|
Martín pescador afotado por Javi en el Arlanza / Septiembre 2014 |
"Me pide mi amigo Isra Yáñez que cuente mi experiencia por Quintanilla. Mi experiencia se basa en un fugaz fin de semana que pasé el año pasado allí, donde además de encontrar excelentes personas, impresiona la cantidad de aves carroñeras que hay en la zona, sin duda atraidas por esas explotaciones ganaderas abundantes allí.
Pude fotografiar por primera vez al buitre negro, en compañía de amigos, algo que no olvidaré jamás, a parte de la sensación de estar rodeado a escasos metros por mas de 200 buitres leonados.
Un lugar fantástico para pajarear, muy recomendable, además cuenta con varios hábitats totalmente distintos para disfrutar de la naturaleza y la observación de fauna. La zona de Ura para no perdérsela, menudos rincones tiene ese desfiladero.
Realmente me quedo con todo esto pero sobretodo con la hospitalidad y generosidad de sus gentes, con los momentos vividos en familia con mis amigos de la zona.
Espero sin duda poder volver pronto a esa tierra de los buitres."
|
Javi Conejero, yo, Darío, Jero, Lolo y familias / Septiembre 2014 |
|
Impactante buitre negro el que captó Javi / Septiembre 2014 |
Bueno pues sí, llegamos al final de este larguísimo post/aniversario.
Gracias amigos por colaborar y dedicarme un rato para escribir sobre vuestra experiencia, vosotros hacéis que la Naturaleza de Quintanilla sea un poco más reconocida con vuestras visitas y eso me anima también a seguir. ¡Ah y perdón por las molestias!
¡Un saludo a todos y hasta la próxima!